El Velorio
Había regresado temprano al inicio de la noche a mi casa, sábado de invierno donde el frio miraflorino era para mí un motivo para el romanticismo. Tenía que matar el tiempo y pensaba en jugar damas con mi hermano que especialmente siempre estaba dispuesto a hacerlo los sábados en la noche. El teléfono de la casa estaba en la entrada, debajo de la escalera que lleva al segundo piso, era un sitio oscuro, algo cómodo, testigo de las conversaciones adolescentes donde se mezclan las palabritas picaras, de amarguras y de mil historias. Llaman y contesto, …hola, una voz entre triste y madura, buenas noches, con Roberto por favor…si, soy yo…hola, soy la tía de Sofia… sentí una sensación algo extraña, pensé que podría ser la invitación a una fiesta pero la voz no confirmaba esa posibilidad, no conocía ninguna Sofía pero por algún motivo pensé que era compañera de colegio de mi enamorada…mira Roberto, te llamo porque Sofía esta muy triste, ha fallecido su mama y quería pedirte que vengas a ...